miércoles, 9 de marzo de 2011

La pequeña Lady Gaga se subía la falda hasta arriba del todo

“Respirábamos por la moda y el estilo. Era una fiesta. Lentejuelas, licra... Todo lo que nos poníamos entonces es lo que la gente pide ahora”. Así surgía la leyenda de Lady Gaga. Su mecenas y cicerone en el mundo glam, la DJ Lady Starlight, ofrece algunos de los testimonios y anécdotas más importantes para entender cómo se gestó el fenómeno Gaga en el nuevo libro de Johnny Morgan, Gaga.

Pero desde pequeñito apunta maneras el arbolito, porque la infancia de la neoyorquina también es muy importante para entender a Gaga: “Era muy traviesa, me ponía ropas estrafalarias para ir a clase. Solía subirme la falda hasta arriba y las monjas ya no sabían qué hacer conmigo”. Siempre ha tenido claro que la música era lo suyo. Creció escuchando a Bruce Springsteen, a los 19 años se fue de casa y formó un grupo SGBand. Tras su etapa indie, tomaría de ejemplo a Amy Winehouse y firmaría su primer contrato con una productora por tan sólo tres meses. Más adelante la dejaría su novio y caería en la etapa que denomina el autor del libro como su “periodo oscuro”, que incluyó coqueteos con las drogas y un severo deterioro en la relación con sus padres.

El nacimiento de Lady Gaga vendría más tarde, de la mano de la DJ Lady Starlight. Una anécdota que relata en el libro es que es que “la noche en que se conocieron, Gaga ya le puso 10 dólares con los dientes en el sujetador”. También se narra en el libro la ocasión en que Gaga y Starlight acabaron con una multa por escándalo público por ir vestidas sólo con un biquini plateado en un festival en Chicago. Starlight señala que “En aquel momento, ella estaba ya trabajando en su álbum, y muchas de las canciones de The Fame son temas que nosotras ya habíamos tocado. Hacíamos de gogós y nos poníamos mucha laca”.

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