Desde tiempos inmemoriales, el público ha mantenido una relación a caballo entre el amor y el odio con las celebrities. Así el ídolo de algunos puede ser a la vez objeto de burla de otros y quien está en la cumbre puede dar un paso en falso y caer al abismo del desprecio popular. Así lo refleja la reciente encuesta realizada por Reuters/Ipsos, que se ha propuesto descubrir quiénes son los famosos más odiados en Estados Unidos.
Y aquí están los resultados: en primer lugar tenemos a Paris Hilton, rubia heredera y protagonista de reality shows, a la que sigue el actor Charlie Sheen, quien recientemente parece haber perdido los papeles. Y en los puestos tres y cuatro están ni más ni menos que Britney Spears y Kanye West, ambos con un 45% de los votos. Parece ser que los norteamericanos consideran un mal ejemplo para la sociedad a la Princesa del Pop y al polémico rapero.
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