Katy Perry ha criticado a Madonna por mezclar sexo y espiritualidad en sus actuaciones. La californiana considera que los músicos no debería “frivolizar y divertirse” empleando símbolos religiosos. Perry está muy sensibilizada con la cuestión, ya que es hija de dos pastores evangélicos, por lo que ha declarado que “Para mí, la espiritualidad es algo muy importante y no me gusta cuando la gente lo toma a la ligera”. Y añade, según recoge Pop Dash: “No entiendo por qué hay artistas que juegan esa baza, como cuando Madonna se sube a una cruz para cantar”.
No contenta con esta crítica a compañeros de la industria musical, la cantante ha decidido comenzar predicando con el ejemplo y está también haciendo esfuerzos para bajar el tono vulgar de su marido: “Russell ha hecho bromas muy blasfemas en el pasado, pero cada vez hace menos porque sabe que soy muy sensible con este tema”.
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